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Dios es para nosotros refugio y fortaleza


Angustia, óleo sobre lienzo de August Friedrich Schenck (1878, National Gallery of Victoria)

Platón (Atenas, Grecia. 427-347 a.C.) en el segundo libro de La República afirma que poner en la divinidad el origen del mal, o atribuirle acciones malvadas es un insulto y una gran blasfemia, pues la divinidad es bondad absoluta.

De aquí partimos a considerar la situación actual desde una perspectiva interesante. La tentación a la que podemos caer es precisamente la de culpar a Dios de esta pandemia. Pero situaciones como ésta se han registrado a lo largo de la historia y la humanidad ha sabido sobreponerse en cada una de estas ocasiones.

Dos hombres del cristianismo antiguo nos ayudan a comprender sea la situación como la postura que debemos tomar ante ella.

Juan Crisóstomo (Antioquía, 349-407 d.C.), patriarca de Constantinopla afirma en su obra Sobre los cristianos de frente al sufrimiento, que Dios todopoderoso y bondadoso no es el autor del mal. Pero. el mismo obispo, está convencido que Dios permite en su infinita bondad estas situaciones y una vez permitiendo no puedo si no hacer un uso excelente de estas circunstancias. Es decir, Dios jamás podría ser el autor del mal ni de las cosas malvadas que se experimentan, son contrarias a su ser Dios, pero ya que suceden y si a eso llamamos permitir, Dios en su bondad no hace otra cosa que hacer que todo esto sea para nuestro bien.


"San Juan Crisóstomo y seis santos", obra de Sebastiano del Piombo, siglo XVI. El santo Padre de la Iglesia en 'sacra conversación' con seis santos distinguidos. Iglesia de San Juan Crisóstomo, Venecia, Italia.

Quizá cuando se está en la prueba, es difícil ver esta bondad del permitir, sin embargo, veamos a nuestro rededor, ¿cuándo fue la última vez que realmente se dieron tiempo para estar con la familia? ¿cuándo gozaron el simplemente estar con quienes aman? ¿cuándo se podía dedicar algo de tiempo para uno mismo? Es maravilloso ver estos días que las familias se vuelven o descubren o simplemente reviven experiencias de creatividad, bailan juntos en casa, suenan algún instrumento desde los balcones de sus casa cantan para hacer ver a los demás que hay esperanza que se puede salir adelante. Familias enteras que se ponen de rodillas en oración, dando espacio a Dios en sus vidas; tiempo precioso para escuchar al que está a nuestro lado y quizá el activismo frenético de nuestras jornadas no nos permitían escuchar. Y como estos ejemplos estoy convencido que ustedes tienen muchos más.

Pero para salir adelante es necesaria una actitud ante esta situación, y es San Agustín (Tagaste, 354-430 d.C.) que nos invita a la paciencia, y la dice:

"la auténtica paciencia humana, digna de ser alabada y de llamarse virtud, se muestra en el buen ánimo, con el que toleramos los males, para no dejar de mal humor los bienes que nos permitirán de conseguir cosas mejores."


Y en una carta del v siglo se lee a propósito de la labor de los médicos y enfermeros:

"los médicos cuando ven que la fiebre es alta, y se ha convertido en violenta, se esfuerzan con todas sus fuerzas solos o con la ayuda de otros para vencer el mal, no abandonan al enfermo".

Así los cristianos antiguos afrontaban las situaciones difíciles, ¿cómo lo estamos afrontando nosotros?.


(El servicio médico y de enfermería italiano haciendo un verdadero y loable trabajo en bien de la sociedad que enfrenta la pandemia actual del Covid-19. Ciudadanos aplaudiendo su labor. Imágenes tomadas de la red)

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